Volando alto
La historia de un cliente
CONOZCA A MARTIN GERHARD
Recientemente tuvimos el placer de hablar con Martin, un apasionado
Como experimentado capitán y piloto de control del Boeing 777, Martin no solo puede volar por todo el mundo (desde Europa y Sudamérica hasta Hawái y Japón), sino que también tiene el privilegio de entrenar y orientar a la próxima generación de primeros oficiales y capitanes. Incluso después de 33 años en los cielos, su amor por la aviación no ha menguado; cada día se siente como una nueva aventura.
Cuando no está volando, Martin dedica su tiempo a contribuir como piloto instructor de la Patrulla Aérea Civil, la Fuerza Aérea Auxiliar de los Estados Unidos. Esta organización de voluntarios civiles, financiada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, ha estado prestando servicios a las agencias militares, estatales y locales desde la Segunda Guerra Mundial, otro testimonio del compromiso inquebrantable de Martin con su pasión y su comunidad.
Martin también participa en un equipo de demostración aerotransportada de la Segunda Guerra Mundial después de completar una escuela de saltos muy rigurosa en 2008. Sigue colaborando como voluntario con el equipo y actuando en espectáculos aéreos por todo Estados Unidos, así como en la celebración conmemorativa del Día D en Normandía, Francia. ¡Qué honor!
IMPULSADOS POR LA DETERMINACIÓN
El sueño de Martin de convertirse en piloto se hizo realidad cuando tenía tan solo cinco años. Un emocionante viaje transatlántico en un Boeing 707 desde Alemania hasta los Estados Unidos despertó en él una pasión que duraría toda su vida: la aviación. A partir de ese momento, pasó su infancia construyendo aviones (primero con Lego, luego con maquetas y, finalmente, con aviones teledirigidos) mientras soñaba con surcar los cielos.
Cuando llegó el momento de ir a la universidad, Martin no perdió tiempo y se inscribió inmediatamente en el Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva de la Fuerza Aérea con el objetivo de convertirse en piloto de combate. Pero su sueño dio un giro aplastante cuando no pasó la prueba de visión de los colores durante su primer control médico. "Todavía puedo escuchar las palabras de mi oficial al mando: 'Hijo, ¡nunca serás piloto!'", recuerda Martin.
Pero su historia no terminó allí. Martin se negó a abandonar su pasión y encontró la manera de permanecer en el mundo de la aviación, comenzando como reabastecedor de aviones. Lentamente, pero con seguridad, fue ascendiendo en la aviación civil. Y después de años de perseverancia, finalmente aprobó el examen médico de la FAA, que lo autorizó a volar. A partir de ese momento, su carrera literalmente despegó, demostrando que la verdadera pasión y la determinación pueden superar incluso los mayores obstáculos.
RELOJ FAVORITO
Cuando se le preguntó cuál de sus